Era el último día de abril cuando nos encontramos en aquel pasillo, fue la primera vez que nos vimos, la primera vez que vi tus ojitos verdes, la primera vez que escuché tu voz, tu sonrisa.. y todo lo demás. Desde ese día supe que estabas en mi destino, que en algún capítulo de mi alocada vida, tú ibas a estar... desde ese día te amé.
No eran muchas las palabras que nos decíamos, pero nuestras miradas en silencio nos gritaban por dentro todo el sentimiento derrochado en el interior y fue ahí cuando supe que jamás iba a poder quitarte de mi mente, de mi alma y de mi corazón. Fuimos más que agua y aceite, nada en común pero con el mismo deseo.. nunca separarnos. Supe que cuando todo iba muy en serio, iba a haber problemas, gente que trataría de separarnos, personas con malas intenciones que solo querían destruir esos sueños que formamos juntos.. Me senté a tu lado, con los ojos llorosos, las manos sudadas y el cuerpo temblando.. Me tomaste de la mano, me miraste fijo a los ojos y me dijiste: "Todo va a estar bien, nunca te voy a dejar".. en ese momento supe que nunca fuiste un accidente, estabas en mi destino.. Te amé, como jamas amé a una persona, luché contra viento y marea para que nadie nos separe, quité fuerzas hasta de donde no las tenía, porque te amé.
Amaba esos momentos en que me acariciabas y me decías "Te amo", esos momentos íntimos en que rogábamos que los minutos se detengan para que nuestros cuerpos estuvieran más tiempo juntos. Amaba esos días en que el primer mensaje de texto decía: "Todo va a estar bien". No sé si algún día pudiste detenerte y pensar que formaste parte de mi mundo, de ese mundo que nunca exploré, ese mundo en el que invadiste y te quedaste, fuiste todo lo que jamás soñé, mezclado con lo que nunca imaginé, yo en serio te amé.
Pero con el tiempo, te diste por vencido y ya nada era suficiente, te volviste frío e indiferente, poco a poco nuestras manos ya no se juntaban, las caricias disminuían, y las palabras cesaban, fue ahí cuando te alejaste, cuando bajaste los brazos y dejaste entrar al orgullo en tu vida, fue ahí cuando cerraste tu corazón y tiraste la llave al mar... desde ese día, todo cambió, pero igual yo te amé.
Te amé, más de lo que puedes imaginar, más de lo que puedes creer, pero el orgullo y la falsedad tocaron tu puerta y tiraste la suerte al viento. Me dejaste con la espada en la mano, me dejaste en medio de la guerra luchando, me dejaste sin terminar la carrera, solo diste la vuelta y regresaste sin mí... aún así yo te amé.
El tiempo ya pasó y los años nos pusieron a otros seres en nuestros caminos, seres con los cuáles quisimos repetir lo que tuvimos en el pasado, pero que en el intento no se pudo lograr nada. Nunca me olvido de nada, cada detalle, cada palabra, cada suspiro lo llevo dentro mío guardado por si alguna vez deseas regresar y solo decir "lo siento" y terminar de una buena vez esa batalla que empezamos juntos.
Todos estos recuerdos aún siguen en mi mente, esa mente que llenaste de ilusión y sueños, estos recuerdos que el tiempo jamás lo podrán borrar, esos recuerdos que aún ocupan un lugar en mi corazón, porque aunque en el tuyo ya no existía amor, yo igual te amé.. y lo sigo haciendo hasta el día en que muera, como te juré que lo haría y como nunca dejé de hacerlo, más que nada, 5 años después, puedo decir yo SÍ te amé.. y aún lo sigo haciendo en el silencio más profundo de mi ser.
Dios, que hermoso lo que escribís. Acabo de encontrarme con esto, cuando pensé que nadie entendía lo que sentía. Tenes mucho futuro, seguí con esto.
ResponderEliminar