Una vez escuché esta frase.. "una buena acción, borra una mala acción.. las palabras no se borran con acciones, se borran con perdón"
Tuve (tengo) el carácter muy fuerte, y soy de esas que parecen de piedra por fuera, pero frágiles por dentro. Siempre que me quitan de mis casillas reacciono mal, pero luego de pensar con la cabeza fría pido disculpas si traté mal a alguien, no soy de guardar rencores ni odio jamás lo he hecho y nunca lo haré, no tengo orgullo que pueda cegar mis ojos y no hacerme decir "los siento". Pero sí he experimentado muchas cosas en mi vida, y una de ellas es que las palabras duelen más que la acciones. Alguna vez cuando fui niña, mi madre me regaló un paquete de lápices de colores para hacer mis tareas de la escuela, fui feliz en ese momento, me pasé todo un fin de semana pintando y coloreando mis cuadernos, cambié la bicicleta, los patines, las muñecas por los lápices de colores que sin darme cuenta se volvió una pasión. Un día de clases, un compañerito que tenía en ese entonces me quitó la caja de lápices y lo escondió. Cuando me dí cuenta me puse a buscar y no los encontraba y el se reía con otros compañeritos porque me veían desesperada por no encontrar mis lápices, hasta que otra compañerita mía me dijo que ellos los habían guardado y que se reían de mi por eso. Enojada y con rabia, fui hasta ellos, les pregunté si tenían mis lápices de colores y ellos riéndose dijeron que no lo tenían, hasta que miré en el cajón de la mesa y ahí estaban mis lápices, los quité de ese lugar y los llevé de vuelta conmigo y uno de mis compañeros me dijo: "Con lápices o no, tus dibujos igual son feos".. Ese día marcó mi vida, suena una tontería, pero los lápices y los dibujos eran mi pasión, amaba pintar y dibujar en vez de ver televisión o jugar a la pelota. Cuando escuché esa frase, que jamás la olvido, me puse a llorar, no me importó que hayan escondido mis lápices sino que me hayan herido con esas palabras, desde esa vez, nunca mas dibujé ni pinté porque creía que mis dibujos eran horribles. Aprendí que las palabras duelen, duelen de tal forma que pueden destruir la vida de uno y quitarle todos esos sueños que alguna vez hubo. Un golpe, una caída, un mal accionar se puede corregir, pero una frase hiriente jamas se olvida. A las palabras no se las lleva el viento, las trae de vuelta para que respiremos y quede en nuestro interior, si no quitamos de nuestra mente, podemos fracasar. Todo lo que yo haga hoy o mañana es pasable, todo lo que yo diga hoy o mañana puede que alguien no lo olvide. Grandes filósofos que dejaron sus frases que hasta hoy perduran y sirven de ejemplo, intentemos hacer algo parecido en la vida y no quedemos como los malos de la película. No todos son iguales, no todos son capaces de escuchar algo e ignorar, no todos tienen el autoestima en la cima que ni el saludo les molesta, seamos conscientes de que hay personas con el corazón sensible y la mente susceptible, hay cosas que pueden marcar la vida de otros y a corto o largo plazo, podemos ser culpables de las consecuencias.
Las acciones se justifican, las palabras no. Y siempre que digamos algo con malas intenciones, pensemos bien y pidamos disculpas, tal vez, evitamos un suicidio o el fracaso de alguna persona o el corazón roto de un ser querido que tal vez, jamás se vuelva a unir.
domingo, 10 de julio de 2011
sábado, 9 de julio de 2011
Nunca fuiste un accidente... pero igual yo te amé.
Era el último día de abril cuando nos encontramos en aquel pasillo, fue la primera vez que nos vimos, la primera vez que vi tus ojitos verdes, la primera vez que escuché tu voz, tu sonrisa.. y todo lo demás. Desde ese día supe que estabas en mi destino, que en algún capítulo de mi alocada vida, tú ibas a estar... desde ese día te amé.
No eran muchas las palabras que nos decíamos, pero nuestras miradas en silencio nos gritaban por dentro todo el sentimiento derrochado en el interior y fue ahí cuando supe que jamás iba a poder quitarte de mi mente, de mi alma y de mi corazón. Fuimos más que agua y aceite, nada en común pero con el mismo deseo.. nunca separarnos. Supe que cuando todo iba muy en serio, iba a haber problemas, gente que trataría de separarnos, personas con malas intenciones que solo querían destruir esos sueños que formamos juntos.. Me senté a tu lado, con los ojos llorosos, las manos sudadas y el cuerpo temblando.. Me tomaste de la mano, me miraste fijo a los ojos y me dijiste: "Todo va a estar bien, nunca te voy a dejar".. en ese momento supe que nunca fuiste un accidente, estabas en mi destino.. Te amé, como jamas amé a una persona, luché contra viento y marea para que nadie nos separe, quité fuerzas hasta de donde no las tenía, porque te amé.
Amaba esos momentos en que me acariciabas y me decías "Te amo", esos momentos íntimos en que rogábamos que los minutos se detengan para que nuestros cuerpos estuvieran más tiempo juntos. Amaba esos días en que el primer mensaje de texto decía: "Todo va a estar bien". No sé si algún día pudiste detenerte y pensar que formaste parte de mi mundo, de ese mundo que nunca exploré, ese mundo en el que invadiste y te quedaste, fuiste todo lo que jamás soñé, mezclado con lo que nunca imaginé, yo en serio te amé.
Pero con el tiempo, te diste por vencido y ya nada era suficiente, te volviste frío e indiferente, poco a poco nuestras manos ya no se juntaban, las caricias disminuían, y las palabras cesaban, fue ahí cuando te alejaste, cuando bajaste los brazos y dejaste entrar al orgullo en tu vida, fue ahí cuando cerraste tu corazón y tiraste la llave al mar... desde ese día, todo cambió, pero igual yo te amé.
Te amé, más de lo que puedes imaginar, más de lo que puedes creer, pero el orgullo y la falsedad tocaron tu puerta y tiraste la suerte al viento. Me dejaste con la espada en la mano, me dejaste en medio de la guerra luchando, me dejaste sin terminar la carrera, solo diste la vuelta y regresaste sin mí... aún así yo te amé.
El tiempo ya pasó y los años nos pusieron a otros seres en nuestros caminos, seres con los cuáles quisimos repetir lo que tuvimos en el pasado, pero que en el intento no se pudo lograr nada. Nunca me olvido de nada, cada detalle, cada palabra, cada suspiro lo llevo dentro mío guardado por si alguna vez deseas regresar y solo decir "lo siento" y terminar de una buena vez esa batalla que empezamos juntos.
Todos estos recuerdos aún siguen en mi mente, esa mente que llenaste de ilusión y sueños, estos recuerdos que el tiempo jamás lo podrán borrar, esos recuerdos que aún ocupan un lugar en mi corazón, porque aunque en el tuyo ya no existía amor, yo igual te amé.. y lo sigo haciendo hasta el día en que muera, como te juré que lo haría y como nunca dejé de hacerlo, más que nada, 5 años después, puedo decir yo SÍ te amé.. y aún lo sigo haciendo en el silencio más profundo de mi ser.
No eran muchas las palabras que nos decíamos, pero nuestras miradas en silencio nos gritaban por dentro todo el sentimiento derrochado en el interior y fue ahí cuando supe que jamás iba a poder quitarte de mi mente, de mi alma y de mi corazón. Fuimos más que agua y aceite, nada en común pero con el mismo deseo.. nunca separarnos. Supe que cuando todo iba muy en serio, iba a haber problemas, gente que trataría de separarnos, personas con malas intenciones que solo querían destruir esos sueños que formamos juntos.. Me senté a tu lado, con los ojos llorosos, las manos sudadas y el cuerpo temblando.. Me tomaste de la mano, me miraste fijo a los ojos y me dijiste: "Todo va a estar bien, nunca te voy a dejar".. en ese momento supe que nunca fuiste un accidente, estabas en mi destino.. Te amé, como jamas amé a una persona, luché contra viento y marea para que nadie nos separe, quité fuerzas hasta de donde no las tenía, porque te amé.
Amaba esos momentos en que me acariciabas y me decías "Te amo", esos momentos íntimos en que rogábamos que los minutos se detengan para que nuestros cuerpos estuvieran más tiempo juntos. Amaba esos días en que el primer mensaje de texto decía: "Todo va a estar bien". No sé si algún día pudiste detenerte y pensar que formaste parte de mi mundo, de ese mundo que nunca exploré, ese mundo en el que invadiste y te quedaste, fuiste todo lo que jamás soñé, mezclado con lo que nunca imaginé, yo en serio te amé.
Pero con el tiempo, te diste por vencido y ya nada era suficiente, te volviste frío e indiferente, poco a poco nuestras manos ya no se juntaban, las caricias disminuían, y las palabras cesaban, fue ahí cuando te alejaste, cuando bajaste los brazos y dejaste entrar al orgullo en tu vida, fue ahí cuando cerraste tu corazón y tiraste la llave al mar... desde ese día, todo cambió, pero igual yo te amé.
Te amé, más de lo que puedes imaginar, más de lo que puedes creer, pero el orgullo y la falsedad tocaron tu puerta y tiraste la suerte al viento. Me dejaste con la espada en la mano, me dejaste en medio de la guerra luchando, me dejaste sin terminar la carrera, solo diste la vuelta y regresaste sin mí... aún así yo te amé.
El tiempo ya pasó y los años nos pusieron a otros seres en nuestros caminos, seres con los cuáles quisimos repetir lo que tuvimos en el pasado, pero que en el intento no se pudo lograr nada. Nunca me olvido de nada, cada detalle, cada palabra, cada suspiro lo llevo dentro mío guardado por si alguna vez deseas regresar y solo decir "lo siento" y terminar de una buena vez esa batalla que empezamos juntos.
Todos estos recuerdos aún siguen en mi mente, esa mente que llenaste de ilusión y sueños, estos recuerdos que el tiempo jamás lo podrán borrar, esos recuerdos que aún ocupan un lugar en mi corazón, porque aunque en el tuyo ya no existía amor, yo igual te amé.. y lo sigo haciendo hasta el día en que muera, como te juré que lo haría y como nunca dejé de hacerlo, más que nada, 5 años después, puedo decir yo SÍ te amé.. y aún lo sigo haciendo en el silencio más profundo de mi ser.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)